Nuestras iniciativas

Cocina comunitaria

Nuestra Cocina Comunitaria, ahora cerrada por falta de demanda tras la pandemia, era un lugar de formación para las mujeres a las que servimos. Trabajar con nosotros en la cocina ayudó a nuestras participantes a adquirir confianza en sí mismas y las habilidades laborales necesarias para contribuir en la fuerza de trabajo formal. Ofrecimos seguridad alimentaria centrada en la nutrición para la comunidad en general, sirviendo miles de comidas sanas durante el periodo COVID y después. También ofrecimos talleres a nuestros participantes sobre temas de desarrollo profesional, salud y bienestar, y crecimiento personal. Reunirnos para servir a la comunidad permitió a los participantes crear comunidad entre ellos, un beneficio que resultó especialmente valioso para nuestros participantes recién llegados de Venezuela y que no tenían redes sociales locales. Aunque esta iniciativa ya ha finalizado, sirvió como plataforma de lanzamiento para nuestras iniciativas educativas en curso, que ahora se extienden por toda la ciudad de Medellín.

“Este proyecto no se limita a proporcionar alimentos a la comunidad, sino que también es una oportunidad para atender a un barrio vulnerable. Lo que hacemos va más allá de aliviar la inseguridad alimentaria, sino que también contribuye a mejorar la calidad de vida de las madres que forman parte de este proyecto. Soy madre y estoy feliz y orgullosa de formar parte del Proyecto Florecer.”

- Andrea, participante